La prefabricación en hormigón como oportunidad (Parte II)

De 200 a 1000 revoluciones: cuando el numero marca la diferencia

Innovación tecnológica y calidad: las claves de éxito de SAS – Prefabricados de Hormigón

Desde principios del siglo XX, la empresa catalana SAS Prefabricados de Hormigón SA trabaja constantemente para mejorar las técnicas de prefabricación de hormigón, evolucionando las tecnologías de producción y los productos, y dando respuesta a las necesidades de los consumidores y del mercado. La mejora y la optimización del tiempo de fabricación se convierte en el objetivo #1 de la empresa, marcando el camino a seguir. Hoy en día, la estandarización de los productos, la calidad y sobretodo la automatización siguen siendo los objetivos de la nueva generación de la empresa.

En la historia de la empresa SAS, la idea de la prefabricación nació en un momento muy específico del país: entre los años 50 y 60, décadas caracterizadas por una posguerra atroz y un retraso económico y social muy importante. En 1959, el Plan de Estabilización creó las bases porque el país pudiera funcionar, favoreciendo la liberalización comercial y financiera. Esto se combina con la explosión del fenómeno turístico masivo y la consolidación de una nueva clase media creciente. La gente quería mejorar sus pisos, tener una segunda residencia, ir de vacaciones, etc. y esto, seguramente, creó nuevas demandas de materiales de construcción, pero sin poder hablar todavía de una necesidad consciente de elementos prefabricados.

Paralelamente a los productos, la empresa SAS se distinguió por su actitud innovadora en el ámbito de las tecnologías de producción. Cuatro generaciones atrás la piedra artificial se hacía a mano. En la siguiente generación, se introdujeron las primeras prensas hidráulicas que se usaron para la producción del mosaico hidráulico de principios de siglo XX. Estas prensas, debidamente adaptadas permitían la producción de doscientos ventanales de 20 x 40 cm en un turno de 8 horas.

Y finalmente, Joan Sas y Contijoch introdujo una serie de procedimientos completamente innovadores gracias a la construcción de máquinas vibradoras de alta frecuencia. Esta tecnología permitió realizar productos de gran calidad, superando la oferta de los competidores, ganando numerosos premios europeos y fama internacional.

En poco más de un siglo, la empresa SAS ha sido capaz de evolucionar desde procesos completamente manuales, a máquinas semiautomáticas, hacia las robotizadas. Por un lado, tenemos las tecnologías de la producción que incluyen máquinas para el desplazamiento de los productos, y que ahora son completamente automáticas. Por otro, gracias a la colaboración con empresas alemanas e italianas, se ha podido realizar un sistema de desplazamiento que funciona con el principio de la cinta de recogida de equipajes, reduciendo así al mínimo la intervención manual de los trabajadores.

El concepto de la prefabricación – comenta el actual presidente de SAS, Joaquim Sas – nace para mejorar la calidad de productos y de las construcciones, para responder a una demanda creciente del mercado y satisfacer los clientes. Yo prefiero una cosa seriada a una cosa artesanal – sigue Joaquim – porque si el artesano tiene un mal día, ¿qué hacemos?

Un producto realizado con una máquina reduce al mínimo las posibilidades de error, asegurando la calidad de los productos con una supervisión constante de los materiales y las máquinas. Hoy en día es posible tener un control de calidad rígido y unos estándares altos que antes eran difíciles de imaginar.

El tema de la innovación pasa también por la investigación creativa sobre los productos. Históricamente ha habido muchas experiencias de colaboración con diferentes profesionales. El caso mas reciente es en el diseño del SAS-TRIA, una pieza para pavimentación exterior diseñada en exclusiva para SAS por el grupo DGE – el arquitecto Marc García-Durán y su equipo, Pedro Núñez y Simone Branchini -. Se trata de una pieza triangular que permite al césped atravesarla, mostrando como el cemento se puede integrar armónicamente con el espacio natural. Otro caso es el puf de jardín, dibujado por la arquitecta italiana Gaia Descovich, que ha entrado a formar parte del catálogo de mobiliario para espacios exteriores. Estos productos están pensados para enriquecer el catálogo y mostrar la versatilidad de los materiales y su adaptabilidad en diferentes contextos.

Otro factor que distingue SAS de los competidores es la política de garantía que asegura nuestro producto desde que sale de fábrica hasta el momento en que el cliente lo coloca en la obra.

Con los años, SAS ha demostrado ser una empresa de gran confianza y experiencia. La política de “responder” significa, al mismo tiempo, pensar, equivocarse, encontrar una solución para que el cliente quede satisfecho y aplicarla. Este servicio de posventa es único en el sector y des-responsabiliza completamente al cliente. Esto es muy importante porque da mucha tranquilidad al cliente.

El secreto de una empresa centenaria como SAS se puede resumir en tres conceptos: atención a las tendencias, un seguimiento constante a los descubrimientos tecnológicos y el servicio de atención a los clientes y de sus necesidades. Esta atención le ha permitido superar las crisis económicas más importantes del último siglo y de continuar distinguiéndose por la calidad y la innovación de sus productos, representando así un caso de éxito de la empresa catalana. 

Nota – Este artículo se basa en una entrevista hecha a Joaquim Sas, el día 25 de julio de 2019